Lo que pocos hacen después de recuperarse… y por qué evita que vuelvan las lesiones
Casos como el que te cuento aquí, se ven poco.
No porque en esta persona encontrara lesiones difíciles de ver, o que costara especialmente tratar.
Ni siquiera porque fuera un caso curioso por su evolución.
No, nada de eso.
Te lo cuento mejor desde el principio. Tal y cómo pasó, pero saltándome lo que no te interesa para no aburrir.
Un día vino por primera vez una persona realmente contracturada y sobrecargada. Un dolor brutal en la zona del cuello, se extendía por la escápula izquierda, alcanzando el brazo del mismo lado en todo su recorrido.
Hombro, codo, mano... todo dolorido. Se le dormía toda la extremidad, sobre todo al final de su jornada con el camión.
El dolor no solamente le alcanzaba la región de escápula y brazo. También hasta media espalda del lado izquierda y misma altura del lado derecho.
Sin entrar en el tratamiento en sí, comento por encima la evolución para ir a lo que realmente quiero contar en esta publicación.
Descargué muscular todo el brazo, antebrazo y muñeca del lado izquierdo, además de hombro. También ambos lados de zona cervical y región de ambas escápulas.
Un trabajo minucioso y personalizado para esta persona.
Esto es en resumen, pero nos llevó algunas sesiones, aunque con suerte, tras cada una, el paciente iba ganando mejoría, lo cual nos daba garantías, tanto a él como a mí, de que la cosa iba como debía ir.
Lenta, pero con buena letra.
Todo en orden. Sin darle falsas esperanzas en ningún momento. Todo nos lo fue contando el mismo cuerpo con su buen progreso.
El mérito no fue mío. Mi trabajo es tratar de arreglar lo que está mal. El mérito fue del paciente y es a lo que voy:
Desde que se encuentra bien, hace ya algunas sesiones, ha ocurrido lo inesperado. Lo que he visto veces contadas. Lo que hace que como fisio se te caiga la lagrimilla.
El tío viene cada mes.
Esté como esté.
Se encuentre como se encuentre.
Las últimas sesiones son del estilo: "Estoy bien pero no quiero volver a pasar por aquello".
No puedo añadir nada más. No estoy contengo sólo porque venga, que por supuesto ya es una alegría para mi y para mi negocio.
La alegría es por ver que hay gente que es consciente de que las lesiones vuelven, sobre todo cuando son causa de su día a día y la agresión de su cotidiano está ahí, esperando a clavarte la navaja de nuevo.
Es por eso que es tan necesario hacer "un mantenimiento". Un arreglo a tiempo te ahorra muchos problemas futuros, especialmente cuando son cosas que van a venir sí o sí, porque forman parte de tu vida, trabajo, o lo que sea.
Es muy agradable ver que hay personas que ven más allá del día en el que viven. Ven que no quieren un futuro tan horrible como los malos episodios que han pasado.
Desde hace ya unas cuantas sesiones nos vemos regularmente y sin noticias.
Sin noticias malas.
Hay una relación estable y alejada con sus dolencias conocidas y ya pasadas.
Ojalá todo el mundo tome consciencia de su situación y escape del calvario que alguna vez ha sufrido.
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